Perdona que haya tardado tanto en escribirte. Quería darte noticias seguras sobre tu viaja a nuestra Habana, pero no he tenido cosa segura que comunicarte. He hablado más de una vez con los directivos de la Filarmónica sobre tu caso. Les ha encantado la cosa y solo, me han pedido algún tiempo para ir saliendo de compromisos contraídos con anterioridad. Seguiré insistiendo y te informaré de todo lo que haya.

El motivo concreto de esta carta es este: el gran interés que tiene el crítico de arte español Adolfo Salazar de visitar y conocer México, sobre todo la música mexicana actual. Salazar está aquí desde hace algunos meses y ha ofrecido muy buenos cursos de historia y crítica de la Música. Me parece que a todos nos interesa que vaya a nuestro México, pero, para ir precisa de alguna base económica, de la seguridad de tener ahí algo de qué vivir. No aspira más que a lo mínimo para subsistir. Accediendo a su ruego, he escrito a Salvador Azuela, a [Luis] Sandi y ahora lo hago a ti, con el fin de que me digan si en alguna institución cultural habría modo de asegurarle una pequeña retribución que cubriese sus gastos durante su estancia en México. Yo te estimaría mucho una contestación inmediata pues Salazar ha de dar un viaje a Puerto Rico y la duración de este viaje dependerá mucho de la posibilidad de visitar México.
Dale a tu mujer y a tu encantadora hijita el afecto muy cariñoso de Pepilla y el mío. Y debes no olvidar lo mucho qué te admira y quiere,