Querétaro, Agosto 31 de 1938.

Estoy en vísperas de salir rumbo a Guanajuato. Ha terminado aquí todo el trabajo. A mi llegada investigué inmediatamente para formular mis planes, si existían medios musicales que permitieran su viaje, pero desgraciadamente esta ciudad no cuenta siquiera con una modesta bandita municipal. 2 o 3 provenientes de ejidos inmediatos, son las que vienen a veces, una vez por semana a tocar en las serenatas. No existen tampoco conjuntos corales organizados y hubo que hacer muchos esfuerzos el muchacho que me acompaña, para poder preparar algunos coros con elementos escolares y juveniles. Por todas estas razones no le escribí insistiendo, como lo había hecho, para que preparara su viaje y valiosa colaboración. Confío, estoy seguro, en que Guanajuato, las cosas serán muy distintas. Estoy informado que allí si existe una tradición musical y medios para poder montar conjuntos de importancia, y confío también en que su música si podrá ser tocada con toda dignidad. Espero que usted aceptará venir y oportunamente le escribiré explicándole en detalle todo lo concerniente a la forma de hacer viaje, condiciones, etc. ¿Está de acuerdo Silvestre?

Aquí las cosas en otros aspectos se desarrollaron estupendamente, tuvieron un gran volumen y un enorme éxito. Miles de personas asistieron la Exposición, a los Actos, a las Proyecciones