Epistolario - Familia [Carta]

Remitente: Silvestre Revueltas
Destinatario: Ángela Acevedo

TRANSCRIPCIÓN
[sin fecha]

[sin fecha]

Noche desesperada y sola, mi amor...
        Siento tu cuerpo junto al mío; tu cuerpo tibio y liso... Tus piernas enlazadas, ávidas, tu sangre tumultuosa. Mis manos te oprimen, te rodean, te buscan. Mis labios húmedos en tus labios húmedos; mi lengua con la tuya... Tus senos cálidos, estremecidos entre mis manos, entre mis dientes. Mi boca, como una enorme boca en tu cuerpo todo; en tu sexo dulce y rojo. Tu cuerpo estremecido, anhelante bajo mi caricia infinita, larga, lenta, lenta... Y mi cuerpo que te penetra dulcemente hasta lo más profundo de tu carne -mar de angustia. Tus ojos velados... Tu voz apagada... Tu queja... Más, más, infinitamente, inacabablemente... ¡Mi amor!
        El olor de tu cuerpo me enloquece como un vino martirizante. Quisiera absorberte, beberte hasta la última gota. Mi cuerpo está en ti, indisoluble. Te busca hasta la raíz de tu ser. Tus manos se han vuelto locas en mis cabellos. Tiemblas como una hoja, mi amada, tus pezones están rígidos. ¡Bésame sin piedad! ¡Muérdeme, grita, llora!
         Mis uñas se clavan en tu carne. ¡Carne bendita!
Carne dolorosa, carne mártir, carne de nuestros hijos. ¡Ahógame, ilusión infinita, deseo sin nombre!
Nuestros cuerpos están húmedos y cálidos, sudorosos y vencidos...
        Haz el placer más largo, mi vida, no acabes nunca... Espera, espera siempre, espera hasta el sufrimiento...
Mi corazón se ha detenido, amor, ¡qué muerte!...
Estréchate más a mí, más, más, así. ¡Toda la vida!
Deja que la noche caiga sobre nosotros, apretados,

Pág. 1 / 2