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TRANSCRIPCIÓN
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20 de octubre, París
20 de octubre, París.
Hoy ha hecho un tiempo magnífico; hoy ha habido sol; no me he sentido fatigado, he reído, he tenido apetito (creo que eso siempre). París me miraba amable, las chicas parece que también (han de ser unos zapatos amarillo-canario que son el escándalo de los bulevares); hoy se estrena Redes, hoy, hoy, hoy he recibido dos cartas tuyas, Angelucha. Hoy ha sido, pues, día de fiesta. En realidad, me parece que he recibido todas las cartas que me has escrito, que son como unas seis en total, en cuatro meses y medio me parece muy poco. Pero como la resignación parece ser una virtud, la cultivaré como mejor pueda --a regañadientes--.
Yo también he escrito una serie de impresiones de mi viaje que no te he podido mandar de España y que ahora trataré de pasar en limpio; son también cartas para ti. ¿A quién más podía escribirle estas cosas? Tú eres mi mejor amiga --al menos eso creo yo-- y mi más entrañable amor. Así verás que todas las fechas son atrasadas.
Todavía no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí, pues no nos han visado los pasaportes para la URSS y estamos esperando. Si para fines de esta semana no hemos tenido noticias de Moscú, entonces emprenderemos el viaje de regreso, pues no es fácil sostenerse aquí con nuestros recursos. Sería una lástima, pero qué le vamos a hacer. En fin, no se puede todavía saber nada.
Bueno, paso a mis recuerdos.
Silvestre.
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