Mi vida:
No sabes con qué gusto recibí tu carta, pues ya me tenías con cuidado; cómo quisiera que volara todo este tiempo para tenerte a nuestro lado, pues si vieras cómo te extrañamos Genito [su hija Eugenia], y yo. Sin embargo, tengo el gusto de ver que se ha cumplido tu deseo, que tantas veces habías ambicionado, y espero que el sacrificio tan grande de tu ausencia [sea] para que alcances la cumbre de tu éxito, pues te lo mereces, mi vida, y que, al regresar a ésta, vengas lleno de gloria, y siempre que [ilegible] alguien [ilegible] acuérdate de tu hija y de mí para que te sientas más fuerte.
         Acerca del cheque, no hubo ninguna dificultad; a Vargas le pagué. Se me olvidaba decirte que duermas bien y procura no tener ningún pensamiento, para que tu cerebro esté bien despejado y eso sea una ayuda para