[Sin título] Escritos - Música

Tema: Crítica operística
Lugar: México
Ficha: [original]

TRANSCRIPCIÓN
El Rey Mark no tenía mucho de psicólogo, pero era generoso y confiado
El Rey Mark no tenía mucho de psicólogo, pero era generoso y confiado. Tristán era joven y tenía blando y gozoso el corazón, ávido de rendirse. El no menos ávido corazón de Golda lo esperaba y presentía —como ha sucedido siempre— para enfermar del eterno y contagioso mal, causa de su muerte. Apasionada y suavemente que Wagner, psicólogo profundo, aprovechó para crear su más bella obra.


Cuando Schubert no se sentía trascendental, escribía música de diáfana espant delicadamente tierna, sentimental y suave. En uno de estos momentos, que fueron afortunadamente los más, escribió “Rosamunde”.    
Rosamunda es un ejemplo; su canto sin prejuicios fluye sincera y espontáneamente, con ese cándido sabor de ingenua confidencia enamorada.


Cantar de los pinos legendarios estremecidos con el clamor de las muchedumbres lejanas: alegres, martirizados, heroicos, pinos alimentados de gloria y de distancia, sin principio y sin fin.


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