Epistolario - Familia [Carta]

Fecha: 11/10/1937
Remitente: Silvestre Revueltas
Destinatario: Ángela Acevedo
Lugar: París (Francia)

TRANSCRIPCIÓN
Hicimos un viaje bastante cansado por los transbordes; como en Perpignan perdimos el tren express, tuvimos que tomar otro que
Hicimos un viaje bastante cansado por los transbordes; como en Perpignan perdimos el tren express, tuvimos que tomar otro que nos llevó a Narbonne donde cambiamos a otro que nos llevó a Bordeaux, y de ahí otro para París; y todo de noche, de manera que cero sueño. De manera que tan pronto como llegamos a descansar, tocaron. Hoy en la mañana, lo primero naturalmente fue ir a la embajada. Cartas tuyas, mi amor, cartas, ¡qué felicidad! Una del primero de septiembre y otra del 14 de agosto. Mi amor, mi amor. Una tristeza, por lo de mi mamá. Yo espero con toda mi esperanza que ya esté bien. ¿Dices que no has recibido cartas en un mes? He escrito casi diariamente, pero con eso de la censura en España y las deficientes comunicaciones, seguramente se han retardado. Yo sí puedo quejarme con más derecho, pues sólo he recibido cuatro cartas tuyas en todo el tiempo que tengo en Europa. No me negarás que eres muy floja. ¿Conque bailaste el día de tu santo? ¡Qué bien! Y yo sufriendo. Copitas y baile. Bueno, lo tendré en cuenta. Ya nos veremos.
        De un momento a otro nos iremos de aquí; tal vez mañana mismo. Iremos a la Unión Soviética. Seguramente estaremos allí todo el mes de octubre y los primeros días de noviembre. Tocaré probablemente en Moscú y Leningrado. Luego regresaremos a París y nos quedaremos unos cuatro o cinco días en caso de que dé uno o dos conciertos aquí. Entonces saldremos para Nueva York, ya en viaje para México, el 24 o el 27 de noviembre. De manera que cuando recibas esta carta lo mejor sería que ya no escribieras a París, o mejor dicho que ya no escribieras. Estaremos en México los primeros días de diciembre, pero ya te avisaré la llegada con precisión. Si no salimos mañana te volveré a escribir. Por lo pronto ya me voy a acostar porque tengo sueño. No es muy tarde todavía. En el relojito que te compré en Valencia son las 10 1/2. (Podría ir a echar una cana al aire en venganza de tus bailecitos, donde que aquí se presta

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