|
|
TRANSCRIPCIÓN
|
29 de junio de 1937
29 de junio de 1937.
Mi vida:
He recibido todas tus cartitas, las cuales me han llenado de mucho aliento en medio de mis tristezas, pues las frases que tú me escribes en tus cartas son un [ilegible] para mi soledad. Hoy más que nunca debemos ser fuertes, pues los dos estamos sufriendo la misma pena. Dios nos ha puesto esta prueba para que sea más fuerte nuestro cariño.
Mi vida, cuando vengas no me vas a conocer, pues me estoy adelgazando tanto; así te convencerás que sí te quiero y que no te [he] olvidado como dices, pues, mi vida, ahora me doy cuenta todo lo que vales, lo mismo tu visigodo que hay días en que ya no la aguanto, pues nada más está, que su papá y papá, que a veces se me figura que hasta te ve, pues tú sabes que los inocentes tienen más poder que uno.
|
|
|
|
Pág. 1 / 2 |
|
|
|