Febrero 14, 1926
Querida mula:
No le extrañe que te diga tres o cuatro estupideces, pero te escribo después de un concierto de tu cabrón ídolo. Te acompaño el programa y una identificación del extinto, a ver si es el mismo del que me hablabas.
¡Qué desilusión! ¡Qué caca de concierto! Nada absolutamente. ¡Al final me salí sin oír los “encores”!
No sé que tienen estos tipos; te advierto