México, Julio 14, 1927
México, Julio 14, 1927.
Mi querido Silvestre:
Siempre se respira mejor a 2,000 metros de altura y lejos del mundanal ruido; también en el mar cómo me acordé de ti.
Todavía no arreglo nada pero creo que no tendré dificultades y que pronto estaré trabajando; la situación es mala, sobre todo para los pendejos.
No creo que podamos regresar este invierno a New York, pero será tan pronto como podamos; hasta mi mamá está decidida a cargar con su petate.
Estuve en tu casa; tu mamá está muy bien de salud, mucho mejor que cuando la dejamos. Con lo de tu matrimonio todavía no se siente muy bien; el día en que estuve solté uno de mis sermones que hizo bastante mella en la parte menuda de la familia, y creo que con otros que pienso abonarles, dejaré a tu mamá en mejores disposiciones. Encontré a todos muy crecidos; el único igual es el más
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